Por Agroempresario.com
Margarita Stolbizer, reconocida referente política argentina, se presentó en el III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero, para exponer su visión sobre los pilares fundamentales para el desarrollo económico, productivo y sostenible de la Argentina: conocimiento, arraigo e inserción internacional.
Durante su exposición, Stolbizer enfatizó la importancia de un ámbito plural donde converjan distintos sectores para intercambiar ideas y propuestas. La dirigente destacó que uno de los males históricos de Argentina es la falta de diálogo y consenso, y que el Congreso constituye un ejemplo de cómo la diversidad de opiniones puede generar soluciones a largo plazo, alejadas de la improvisación y del cortoplacismo.
Stolbizer afirmó que el conocimiento constituye el primer pilar de un modelo de desarrollo sostenible. Subrayó que no basta con generar conocimiento académico, sino que es crucial traducirlo en mejoras que impacten directamente en el campo, la industria y la vida de las personas. Países que invierten en ciencia, tecnología e innovación muestran un crecimiento sostenido y fortalecen sus instituciones.
La legisladora recordó que el Premio Nobel de Economía del año anterior reconoció a investigadores que demostraron la importancia de las instituciones en el desarrollo de los países. Para Stolbizer, esto refuerza la necesidad de que Argentina combine educación de calidad, investigación científica y fortalecimiento institucional para asegurar un crecimiento sólido y sostenido.
En términos prácticos, el conocimiento aplicado en Argentina ha sido determinante para la producción agrícola: el 80% del aumento de granos en el país proviene de la innovación, en gran medida impulsada por inversión privada y coordinación entre universidades, centros de investigación y empresas. La política estatal, destacó Stolbizer, debe priorizar la educación, la ciencia y la técnica como pilares de la agenda pública.
El segundo pilar destacado por Stolbizer es el arraigo, que no se limita a un concepto geográfico. El arraigo implica dignidad social, equidad, identidad y pertenencia, y está estrechamente vinculado con el conocimiento. Garantizar oportunidades de desarrollo en el lugar de origen de cada argentino evita la emigración forzada y fortalece las comunidades locales.
La dirigente explicó que el federalismo real debe reflejarse en la distribución equitativa de recursos y en la capacidad productiva de cada región. El arraigo se traduce en empleo de calidad, inclusión de jóvenes y mujeres, y liderazgo en PYMES y emprendimientos locales, promoviendo así un desarrollo sostenible y equitativo en todo el país.
Stolbizer identificó como tercer pilar la inserción internacional, esencial para que Argentina deje de ser un país exportador de commodities y pase a ofrecer conocimiento, tecnología y valor agregado en los mercados globales. Destacó que la inserción internacional requiere cooperación, aprendizaje y estrategias inteligentes, no solo abrir mercados de manera indiscriminada.
Desde su rol en la política, Stolbizer resaltó la importancia de la diplomacia parlamentaria y la participación de universidades,centros de investigación y empresas privadas para fortalecer la presencia de Argentina en el mundo. Subrayó que la competitividad sistémica depende de instituciones sólidas, estabilidad política y económica, y un sistema educativo robusto que permita a las empresas competir con respaldo institucional.
Stolbizer citó como ejemplo a Japón, donde la excelencia de los productos refleja la solidez del sistema institucional que los respalda. Para ella, la previsibilidad política y económica es clave para que Argentina pueda competir de manera efectiva en el mercado internacional.
La dirigente ofreció un análisis crítico sobre la situación del país. Señaló que, en materia de conocimiento, Argentina enfrenta desafíos como la descalificación de científicos, salarios insuficientes para docentes universitarios y financiamiento limitado al CONICET. En términos de arraigo, persisten problemas de concentración económica que expulsan talento, mientras que la inserción internacional se ve dificultada por infraestructura deficiente y logística costosa. Además, remarcó la debilidad de las instituciones, un factor que impacta directamente en la percepción internacional del país.
Stolbizer vinculó los tres pilares con la bioeconomía, que definió como la base de la revolución tecnológica y un puente hacia la transformación de la matriz productiva argentina. Destacó las oportunidades regionales en bioenergía en Santa Fe, bioplásticos y biocombustibles en Córdoba, y bioinsumos en el NOA, resaltando la necesidad de invertir en estas áreas con una visión de largo plazo.
Además, subrayó que la bioeconomía permite pensar en el desarrollo federal, integrando innovación tecnológica, sostenibilidad ambiental y crecimiento económico. La coordinación regulatoria, la financiación regional y la investigación compartida dentro del Mercosur son herramientas estratégicas para potenciar la inserción internacional del país.
Stolbizer reiteró que sin conocimiento no hay desarrollo, sin arraigo no hay país y sin inserción internacional no hay futuro. Destacó que el destino de Argentina no está predeterminado: depende de decisiones políticas, inversión en educación, ciencia y técnica, y fortalecimiento institucional.
Para la dirigente, el país tiene un enorme potencial gracias a sus recursos naturales, biodiversidad y talento, pero para aprovecharlo necesita un marco institucional que permita competir globalmente. Subrayó que el desarrollo productivo, económico y social requiere planificación estratégica, diálogo y construcción de consensos, basados en instituciones sólidas y políticas de largo plazo.
Margarita Stolbizer cerró su intervención enfatizando la necesidad de combinar educación, innovación, federalismo, bioeconomía y fortalecimiento institucional para construir un país competitivo y sostenible. Señaló que los argentinos deben aprovechar los recursos naturales y el talento disponible, desarrollando capacidades locales y promoviendo la inserción internacional de manera inteligente. La dirigente reafirmó que la cooperación entre el Estado, la academia y el sector privado es fundamental para consolidar un modelo de desarrollo integral que beneficie a todas las regiones del país y asegure un futuro próspero para las próximas generaciones.