Javier Prida, presidente ejecutivo de CAPIA (Cámara Argentina de Productores Agrícolas), compartió su experiencia y visión sobre el desarrollo del sector avícola argentino durante el III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero.
Con un recorrido que comenzó en la crisis de 2002, Prida rememoró los desafíos que enfrentó la producción de huevos en Argentina y cómo este contexto fue el punto de partida para transformar la industria de postura a nivel nacional. “Para esa época teníamos 25 millones de gallinas en postura, aproximadamente 41 millones y medio de habitantes en Argentina, y un consumo per cápita de 127 huevos”, recordó.
Prida explicó que la crisis de 2002 obligó a los productores a repensar la agricultura de postura en el país. Inicialmente, el sector buscaba un “escenario perfecto” donde toda la masa productiva colaborara, pero comprendieron que esperar la cooperación total retrasaba el progreso. “Perdimos tres años buscando el escenario perfecto. Si van a esperar que todos colaboren, nunca empezarán”, afirmó.
En 2005, un grupo reducido de 10 a 12 productores comenzó a implementar cambios concretos. La iniciativa inicial buscaba vincularse con el Día Mundial del Huevo, pero problemas externos obligaron a postergar los eventos. Esta experiencia llevó a consolidar la Semana Mundial del Huevo, un esfuerzo estratégico para aumentar la visibilidad del producto y comprender al consumidor.
Desde entonces, la industria avícola argentina ha experimentado un notable crecimiento. Según Prida, la producción y consumo de huevos se incrementó un 193% en los últimos 20 años, mientras que el parque productivo creció un 115%. “Tenemos animales más eficientes que antes. Antes un productor manejaba de 4.000 a 5.000 animales por empleado; hoy, el promedio supera los 40.000 animales por empleado”, señaló.
La incorporación de tecnología ha sido clave en este avance. Las granjas actuales son entre 22% y 36% más eficientes que las tradicionales, un logro que permite recuperar rápidamente las inversiones en infraestructura y tecnificación.
Prida destacó la importancia de comprender al consumidor. La industria pasó de comunicar sus logros internos a diseñar campañas basadas en las necesidades y hábitos del público. “Empezamos a preguntarle al consumidor qué quiere del huevo, por qué lo compra, dónde y cuándo lo consume”, explicó.
Esta orientación al consumidor permitió desarrollar estrategias más efectivas. Un ejemplo fue la campaña de 2010, que inicialmente provocó escepticismo entre los productores, pero demostró la relevancia de hablar el idioma del público objetivo, especialmente amas de casa y jóvenes menores de 45 años, quienes hoy constituyen el núcleo duro de consumidores.
“Hoy, el 84-85% de los jóvenes consume al menos un huevo al día”, afirmó Prida, destacando la importancia de los hábitos de consumo de las nuevas generaciones. Este grupo constituye una base sólida para garantizar la demanda futura y posicionar al huevo como un alimento esencial en la dieta argentina.
El trabajo en comunicación estratégica incluye influencers, deportistas, chefs y periodistas, permitiendo un alcance diverso y sostenido a lo largo del año. Según Prida, “tenemos 120 influencers trabajando con un plan anual, desde marzo hasta diciembre, asegurando que el mensaje llegue a todos los segmentos de la población”.
Prida enfatizó las propiedades nutricionales del huevo, citando recomendaciones de la FAO y la OMS. “Es la proteína de origen animal más perfecta después de la leche materna. Contiene micro minerales y todas las vitaminas, excepto la C. Además, es versátil: se puede consumir dulce o salado, en un plato principal o en un postre rápido”.
El huevo no solo es saludable y económico, sino que también se destaca por su bajo impacto ambiental. “Es la proteína animal más sostenible, con la menor huella de agua y de carbono en comparación con otros productos de origen animal. Además, prácticamente no genera residuos, a diferencia de verduras o frutas”, destacó.
A pesar del crecimiento, Prida señaló que el sector enfrenta desafíos importantes: la capacidad de inversión para publicidad y comunicación, y la capacidad de ingesta del consumidor. “Nuestra comunicación es artesanal, no tenemos la espalda de una multinacional. Pero aun así logramos incrementar el consumo diario promedio, llegando a más de un huevo por persona, con algunos consumidores alcanzando hasta tres por día”, precisó.
El enfoque en educación del consumidor y promoción de hábitos saludables ha sido fundamental para expandir la aceptación del producto, generando mayor valor agregado para la industria y fomentando el arraigo local.
Prida subrayó que el crecimiento sostenido del sector requiere compromiso real. “No importa la cantidad de personas comprometidas, sino que los pocos que lo estén, lo estén en serio. Publicidad, comunicación y estrategias de aumento de consumo no son gastos, son inversiones”, afirmó.
El método argentino, según Prida, ha sido reconocido internacionalmente. Se refiere a la combinación de tecnificación, comunicación efectiva y adaptación al consumidor, generando un modelo replicable en otros países con alto consumo de huevo, como México.
La comunicación integral incluye campañas dirigidas a distintos segmentos, desde amas de casa hasta jóvenes y deportistas, utilizando herramientas modernas y planificadas a lo largo del año. Esto permite optimizar recursos y aumentar la efectividad del mensaje, alcanzando mayores niveles de consumo y fidelización.
“Nos enfocamos en todos los segmentos, no solo uno. Buscamos chef, influencers, deportistas, periodistas, amas de casa y gente común para que el mensaje llegue a todos”, señaló Prida.
Prida proyecta un aumento en el consumo promedio de huevo por persona, anticipando una tendencia de hasta dos huevos diarios. La industria avícola argentina tiene un enorme potencial para consolidar al huevo como alimento esencial y sostenible, cumpliendo estándares nutricionales, económicos y ambientales.
“El huevo es un alimento que responde a las exigencias de las nuevas generaciones, que buscan productos saludables, accesibles y sostenibles”, concluyó.