Por Agroempresario.com
Durante el III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero, Pablo Gabutti, secretario de Transición Energética de la provincia de Córdoba, ofreció una exposición detallada sobre la transición energética, la reducción de emisiones y la implementación de políticas innovadoras que potencian la bioeconomía y la competitividad del sector agroindustrial.
Gabutti explicó que la transición energética no es solo un desafío ambiental, sino también una oportunidad tecnológica y económica que puede generar empleos, atraer inversiones y agregar valor a la producción primaria.
“Mi mensaje final es una invitación a que conozcan el modelo de Córdoba, lo tomen, lo repliquen, lo adapten e incluso nos ayuden a perfeccionarlo para demostrar que la bioeconomía no es solo una utopía, sino el motor de una nueva competitividad que crea valor y oportunidades donde otros ven solo un problema”, afirmó Gabutti.
Gabutti comenzó su exposición señalando que la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) altera el balance energético de la Tierra, atrapando calor y generando un cambio climático severo. Aunque parte de estas emisiones proviene de procesos naturales, una fracción significativa corresponde a la quema de combustibles fósiles de origen humano.
“La matriz energética global todavía tiene un 80% de dependencia de combustibles fósiles, lo que demuestra la magnitud del desafío, sobre todo si buscamos aumentar la calidad de vida de los sectores más postergados”, explicó Gabutti.
Reducir emisiones no solo previene daños económicos y ambientales, sino que también abre oportunidades inmediatas para empresas y gobiernos que apuestan por la sostenibilidad, la eficiencia y la innovación tecnológica.
El secretario de Córdoba destacó que la transición energética debe entenderse como una evolución tecnológica y económica, y desmitificó la idea de que ser sostenible implique necesariamente mayores costos o pérdida de competitividad.
“Muchas empresas ya generan su propia electricidad a partir de fuentes limpias y renovables, reduciendo costos operativos. Producir biocombustibles cerca de los puntos de consumo aumenta competitividad, seguridad energética y resiliencia ante shocks externos”, detalló.
Asimismo, Gabutti comparó la transformación del sector energético con la digitalización de otras industrias como telecomunicaciones, finanzas y entretenimiento, donde se pasó de modelos centralizados y analógicos a sistemas descentralizados y digitales, incorporando innovaciones como almacenamiento de energía, medición inteligente y blockchain para certificación ambiental.
Gabutti estructuró la estrategia de Córdoba en tres verbos clave: medir, reducir y compensar:
Además, se implementó la generación distribuida comunitaria, para quienes no poseen techo o espacio propio, permitiendo participar en proyectos asociativos y recibir créditos económicos y ambientales proporcionales.
“Córdoba tiene el primer proyecto listado como elegible para certificar créditos de carbono en Sudamérica, un biodigestor en el norte provincial”, señaló Gabutti.
El secretario destacó la importancia de los biocombustibles en la estrategia energética y productiva de Córdoba. La provincia promueve la migración de flota vehicular pública a cortes más altos de biodiesel (20%) y bioetanol (17%), e inauguró la primera estación de servicio con estos combustibles.
La iniciativa también se extiende a eventos culturales y deportivos, como el recital de Paul McCartney y el partido de los Pumas contra los All Blacks, donde la energía utilizada fue 100% biodiesel. En el automovilismo, se aplican cortes más altos de bioetanol en competencias de rally y turismo carretera, mostrando el potencial de estos combustibles para distintos sectores.
Gabutti enfatizó que la transición energética incluye innovaciones tecnológicas aplicadas, como motores flexibles, electromovilidad y mejoras en la producción de biocombustibles, además de herramientas digitales para trazabilidad y eficiencia energética.
“Estamos ante un cambio de paradigma que requiere decisión política, innovación y colaboración entre todos los actores”, aseguró.
Este enfoque permite que Córdoba no solo cumpla objetivos ambientales, sino que también atraiga inversiones y genere empleos en sectores estratégicos de la bioeconomía.
El secretario explicó que la bioeconomía debe ser un motor de competitividad, agregando valor a la biomasa local y transformando residuos y productos agrícolas en insumos energéticos y sostenibles. Esto fortalece la cadena productiva y aumenta la resiliencia frente a fluctuaciones del mercado.
“Los estados subnacionales no solo podemos, sino que debemos ser protagonistas en esta transición, adaptando soluciones a la realidad social y productiva de nuestros territorios”, subrayó.
Gabutti invitó a otros gobiernos y empresas a conocer, replicar y perfeccionar el modelo de Córdoba, basado en la medición rigurosa de emisiones, reducción con eficiencia y compensación mediante mercados de carbono. Este enfoque demuestra que la bioeconomía puede ser una herramienta de desarrollo sostenible y competitivo.
“Pueden contar con nosotros para llevarlo a cabo. La bioeconomía crea valor y oportunidades donde otros ven solo un problema”, concluyó.