Por Agroempresario.com
El intendente de Florentino Ameghino, Nahuel Mittelbach, fue uno de los protagonistas del III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero. Frente a referentes del sector público y privado, Mittelbach compartió una reflexión profunda sobre el papel estratégico de los municipios en el desarrollo productivo del país, planteando una mirada de futuro sustentada en la articulación territorial, la bioeconomía y el valor agregado.
Mittelbach comenzó su exposición con una afirmación que sintetiza su visión: “Todo lo importante de la vida pasa en los municipios”. Con esta frase, el joven dirigente marcó el eje central de su discurso: la importancia de fortalecer a los gobiernos locales como espacio donde se construye el bienestar de la comunidad.
“En los municipios —explicó— transcurre la vida cotidiana: es donde criamos a nuestras familias, donde los hijos van a la escuela, donde circulamos, donde generamos residuos, donde los emprendedores inician sus proyectos y donde los vecinos buscan respuestas ante los problemas de salud o vivienda”. Para Mittelbach, la cercanía territorial convierte al municipio en la primera línea del Estado frente a las demandas ciudadanas, aunque paradójicamente sea el nivel con menos recursos.
De acuerdo con los datos mencionados durante su intervención, el gasto público municipal representa apenas el 8% del total consolidado del país, mientras que el Estado nacional y los provinciales concentran más del 90% de los recursos. “Todo pasa en los municipios —reiteró—, pero somos quienes contamos con menos herramientas para responder. Esa es la paradoja que debemos revertir”.

Desde su experiencia al frente de Florentino Ameghino, un municipio bonaerense de cerca de 11.000 habitantes y 180.000 hectáreas productivas, Mittelbach sostuvo que la gestión local debe pensarse como motor del desarrollo, especialmente en regiones del interior donde el Estado nacional o provincial muchas veces no llega con la misma intensidad.
“Desde lo político hemos tenido desventajas estructurales —afirmó—, por eso decidimos crear nuestro propio modelo de progreso”. Ese modelo, explicó, se apoya en la cooperación entre el sector público y el privado, en la escucha activa de las comunidades locales y en la planificación de políticas adaptadas al territorio.
El intendente resaltó que en Ameghino se promueven programas de acceso a terrenos, infraestructura deportiva, desarrollo de parques industriales y esquemas de intermediación laboral. “El Estado debe acompañar, no estorbar. Tiene que empujar al que quiere hacer, no ponerle obstáculos”, enfatizó.
El jefe comunal presentó diversas experiencias de gestión que reflejan un enfoque productivo y participativo. En su municipio, más de 200 personas consiguieron empleo a través de un sistema de intermediación laboral público-privado, y actualmente se lanzan programas de capacitación para jóvenes en manejo de maquinaria agrícola, orientados a mejorar su inserción en el mercado laboral.
“Los recursos públicos pertenecen a toda la comunidad —subrayó—. Por eso quienes reciben asistencia municipal deben retribuir con tareas comunitarias, porque el desarrollo es un esfuerzo colectivo”. Esta lógica, según Mittelbach, genera una cultura de corresponsabilidad y fomenta la participación social.
El intendente también planteó la necesidad de “recuperar la relación entre esfuerzo y bienestar”. “Durante años, en Argentina se rompió la relación entre el trabajo y la posibilidad de progresar. Hoy debemos volver a valorarla”, afirmó.
Mittelbach remarcó que el desarrollo local no se limita a atraer grandes inversiones, sino a construir sinergias con los actores que ya forman parte de la comunidad. “El sector privado no es solo una empresa, también son las familias que buscan su hogar, los clubes, las cooperativas, las iglesias, las instituciones de bien público”, sostuvo.
En ese sentido, destacó el trabajo conjunto entre el municipio y las entidades locales para mejorar la infraestructura, fortalecer las actividades deportivas y promover la economía social. “El progreso no surge de arriba hacia abajo, sino del esfuerzo colectivo de una comunidad organizada”, señaló.
Uno de los proyectos más ambiciosos en ejecución es la creación de un sector industrial y logístico en Florentino Ameghino, destinado a brindar condiciones de acceso al suelo y atraer nuevos emprendimientos productivos. “Queremos generar las bases para que nuestras empresas puedan crecer, invertir y dar empleo”, expresó.

Durante su exposición en el III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen”, Mittelbach articuló su visión local con los grandes desafíos de la bioeconomía nacional. “Muchas veces se piensa que el desarrollo del interior depende de empresas externas, pero nosotros creemos que ya estamos rodeados de una gran empresa: el campo argentino”, afirmó.
El intendente explicó que el sector agropecuario produce millones de dólares por año, pero aún se encuentra limitado por políticas como las retenciones, que impiden dar el salto hacia la industrialización. “El agregado de valor es lo que nuestro país necesita para generar trabajo y arraigo. Cuando hablamos de bioeconomía y de desarrollo agroindustrial, en el fondo estamos hablando de una sociedad con más oportunidades”, reflexionó.
Mittelbach describió a su municipio como un ejemplo de ecosistema productivo diversificado, donde conviven la agricultura, la ganadería, la industria láctea, la metalmecánica y la biotecnología. “En Ameghino se produce conocimiento genético para semillas y para la industria porcina, se elaboran aceites que pueden transformarse en biocombustibles y se fabrican componentes para maquinaria agrícola de exportación”, enumeró.
El intendente subrayó que este entramado económico demuestra que el interior argentino tiene capacidad para agregar valor y generar innovación. “Las soluciones no están en la Ciudad de Buenos Aires —dijo—. En el interior hay empresas de altísima calidad, con conocimiento, con arraigo y con vocación de crecer”.
En un tramo de su intervención, Mittelbach apeló a la emotividad para reivindicar la calidad de vida que ofrece el interior profundo. “En Ameghino, los bocinazos no son para insultar, sino para saludar a un vecino. Los chicos pueden salir a la calle sin miedo, hay tiempo para el deporte y para la familia. Y además hay oportunidades económicas”, señaló.
Con esa descripción, el dirigente resumió su convicción de que el futuro de la Argentina se construye desde las comunidades locales, donde el trabajo y la innovación se integran con la calidad de vida. “Tenemos que mirar al interior productivo para generar las oportunidades del mundo que se viene”, concluyó.
Antes de cerrar su presentación, Mittelbach dejó un mensaje claro: “Los municipios necesitamos mayor autonomía, más herramientas y recursos para responder a las necesidades de nuestra gente. El desarrollo no se impone desde los despachos, se construye en el territorio”.
El intendente insistió en que los municipios deben ser socios estratégicos del sector productivo, no meros ejecutores de políticas externas. “Si queremos una Argentina con valor agregado, con empleo y con arraigo, debemos fortalecer a los gobiernos locales”, remarcó.
A sus 30 años, Nahuel Mittelbach representa una nueva generación de intendentes que combina formación académica, compromiso político y arraigo territorial. Abogado egresado de la Universidad de Buenos Aires, inició su carrera pública como secretario de Gobierno en 2015, luego fue concejal y finalmente electo intendente en 2023. Su gestión se caracteriza por un enfoque pragmático y participativo, orientado a resultados concretos.
“Ser intendente del lugar donde nací es una responsabilidad enorme —confesó—, pero también una oportunidad única para transformar la realidad desde el territorio”. Su mensaje en el congreso fue un llamado a repensar la relación entre Estado, comunidad y producción, bajo un principio rector: el desarrollo local como base del progreso nacional.
El cierre de su discurso dejó una reflexión: “Argentina tiene que dejar atrás el modelo de exportar granos sin valor agregado y volver a tener un modelo industrial fuerte, donde el valor se quede en el país y genere trabajo”.
De esta forma, Mittelbach sintetizó el espíritu del encuentro: construir un federalismo productivo, basado en la bioeconomía, la cooperación público-privada y la descentralización.
“Las oportunidades no están lejos —concluyó—. Están en cada municipio, en cada campo, en cada empresa que trabaja y produce en el interior de la Argentina.”