Por Agroempresario.com
Durante el III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero, Sonia Rojas Decut — senadora en representación de la provincia de Misiones— brindó una exposición inspiradora sobre el modelo de desarrollo sostenible que la región impulsa con visión estratégica, innovación educativa y compromiso ambiental.
“El verdadero secreto de la innovación radica en el talento de las personas”, afirmó con convicción. “Ese es nuestro mayor valor: haber entendido que el factor humano es la clave para generar riqueza y sostenibilidad”.
Desde el inicio, Rojas Decut situó su discurso en un marco de esperanza y acción colectiva:
“Estamos en un momento donde la Argentina tiene una oportunidad enorme de convertir la expectativa positiva de futuro en un modelo de país basado en la educación, la ciencia aplicada y la innovación tecnológica”.
Pero rápidamente llevó el enfoque a su provincia: “Quiero traerles la voz de Misiones, mi provincia, que con solo el 1% del territorio nacional custodia el 52% de la biodiversidad argentina”.
Con orgullo describió a Misiones como una tierra roja, selva y frontera, pero sobre todo, como una comunidad que aprendió a transformar sus riquezas naturales en conocimiento, innovación y producción sostenible.
En esa línea, enfatizó: “Cuidar la biodiversidad es una política de Estado. Es la base para avanzar hacia un desarrollo auténtico y sostenible”.
Rojas Decut respaldó sus palabras con datos contundentes:
“Estos datos superan las metas globales y nos posicionan como una provincia competitiva en un mundo que enfrenta crisis alimentaria, ambiental y energética”, explicó.
Misiones fue además pionera en implementar un Programa Jurisdiccional de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD+), que lleva cuatro años de desarrollo y se encuentra en su etapa final de validación internacional.
“Nuestros créditos de carbono serán una herramienta más para la conservación y el desarrollo sostenible”, subrayó.
El modelo misionero combina producción con sustentabilidad, apoyándose en la agricultura familiar y en la soberanía alimentaria.
“Hoy la provincia cuenta con más de 50 ferias y mercados concentradores que acercan a los productores con las familias misioneras bajo el concepto de ‘de la chacra a la mesa’”.
Rojas Decut resaltó un dato clave: “En 2024, Misiones lideró el crecimiento nacional en superficie orgánica. Eso demuestra que el uso de bioinsumos y la reducción de agroquímicos ya son políticas de Estado”.
La provincia promueve suelos vivos, leyes ambientales avanzadas y una clara orientación hacia la transformación de la matriz productiva, priorizando el equilibrio entre producción, conservación y bienestar social.
Misiones no improvisa. Rojas Decut explicó que el modelo provincial se apoya en una red de instituciones sólidas:
“Cada una de estas instituciones fue creada por ley, lo que nos permite hablar de una verdadera gobernanza ambiental”, destacó.
En el marco del congreso, cuyo lema central fue el valor agregado en origen, Rojas Decut presentó un caso emblemático: la yerba mate.
“Misiones produce más del 90% de la yerba mate argentina. Pero no la vemos solo como una infusión tradicional, sino como materia prima para alimentos funcionales, cosmética, energizantes y otros bioproductos que hoy ya están posicionados en el mundo”.
La funcionaria explicó que el proceso de transformación “comienza en las chacras, pero se potencia en espacios de innovación como la Biofábrica Misiones, donde la biotecnología mejora la genética de las semillas nativas, multiplicando variedades y aumentando calidad y sustentabilidad”.
Uno de los ejes más destacados de la ponencia fue la educación como infraestructura estratégica de la bioeconomía. “La educación es nuestra semilla del futuro, nuestro motor de transformación”, afirmó.
Misiones cuenta con más de 1.200 escuelas rurales, y un modelo educativo único en el país: las Escuelas de la Familia Agrícola (EFA), basadas en la pedagogía de la alternancia.
“Los jóvenes pasan una semana en la escuela y otra en las chacras, donde aprenden ciencia, innovación y prácticas productivas sin abandonar su tierra. Se forman en sus chacras para transformarlas”, explicó con orgullo.
A ese modelo se suman instituciones de vanguardia como la Escuela de Robótica Pública, la Escuela Secundaria de Innovación y el Silicon Misiones, el polo tecnológico que articula todas las áreas del conocimiento.
Rojas Decut definió este entramado educativo-tecnológico como un “ecosistema disruptivo innovador”, que integra la robótica, la inteligencia artificial y el emprendedurismo con el sistema productivo.
“La creatividad y la innovación tecnológica entran en diálogo con la producción y forman el talento joven que necesita la economía del conocimiento”, señaló.
“Este conjunto de leyes nos permite tener un modelo de educación de vanguardia, centrado en el estudiante y su aprendizaje. Así logramos que el productor rural, el técnico agrónomo y el programador digital formen parte del mismo ecosistema de valor agregado en origen”.
La provincia de Misiones también se posiciona como referente nacional en forestoindustria.
“Aportamos cerca del 40% de la producción de madera del país y avanzamos en construcción sustentable y biomasa energética”, explicó Rojas Decut.
Cada tablón de madera que sale de Misiones “puede contar dos historias”:
Esa lógica de economía circular es central en el modelo misionero, que busca reutilizar recursos y reducir la huella ambiental.
Además de la yerba mate, Misiones ha logrado innovar en otra de sus economías regionales: el té. “Pasamos de exportar commodities a desarrollar marcas con identidad, valor y trazabilidad”, comentó.
Este salto fue posible gracias al talento local y a la educación innovadora, dos pilares que sostienen la estrategia de transformación productiva.
“Misiones es un laboratorio argentino donde se unen biodiversidad, educación e innovación tecnológica para demostrar que es posible producir, cuidar y crecer al mismo tiempo.”
La dirigente sintetizó su visión con una frase potente:“La bioeconomía se da en nuestras chacras, en nuestras aulas rurales y en cada laboratorio de biotecnología.”
Para Misiones, el verdadero valor agregado en origen ocurre “cuando un joven puede aprender, innovar y formarse en su propia chacra para transformarla”.
Esa integración entre territorio, ciencia y comunidad permite que el desarrollo sea sostenible y arraigado, evitando la migración rural y fortaleciendo el tejido productivo local.
Rojas Decut destacó que Misiones se proyecta como una provincia inteligente (Smart Province), con Posadas como Smart City, alineada al Plan Estratégico 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Sin embargo, aclaró: “Más allá de la tecnología, nuestro principal valor está en el talento y en la calidez de nuestra gente. El ADN de la innovación se encuentra en el gen misionero”.
Para la provincia, la digitalización y la sostenibilidad no se oponen, sino que se complementan para construir un futuro inclusivo donde la ciencia y el conocimiento estén al servicio de las personas.
El cierre de su exposición fue un llamado a la acción colectiva: “El verdadero secreto de la innovación radica en el talento de las personas. Ese es nuestro mayor valor. Haber entendido que el factor humano es la clave para generar riqueza sostenible.”
Invitó a todos los actores del sistema productivo, científico y educativo a sumarse al modelo de desarrollo misionero, basado en la colaboración y las alianzas estratégicas.
“El futuro viene de la mano del trabajo conjunto. Misiones demuestra que es posible construir una economía que produce, cuida y educa al mismo tiempo.”
El mensaje de Sonia Rojas Decut resonó entre los asistentes del III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”.
En un país que busca redefinir su matriz productiva, Misiones ofrece un ejemplo concreto de cómo integrar biodiversidad, educación e innovación tecnológica para generar valor agregado en origen, reducir brechas y potenciar la bioeconomía nacional.
“Producir, cuidar y educar no son verbos que se excluyen, sino los tres pilares de un mismo futuro sostenible”, concluyó.