Rattazzi se dedica a la lechería continuando el tambo familiar, a unos 10 kilómetros de la ruta 226, en la estancia Los Cardos, donde pasó parte de su infancia. Allí aprendió a cabalgar y a amigarse con las vacas lecheras de la mano de su madre Susana Agnelli, quien fue escritora, diputada, senadora y la única mujer ministra del Exterior de Italia, y por supuesto la principal heredera del Grupo Fiat.
El empresario ítalo-argentino habló sobre lechería. “Teníamos dos tambos, pero unificamos todo en uno. Tenemos unas 500 vacas en ordeñe y en total unas mil vacas en el campo” entre vacas en ordeñe, secas y la recría.
Rattazzi definió concentrar las vacas y afirmar un sistema base pastoril, con vacas más pequeñas y menos pesadas. Para ello se comenzó a inseminar parte del rodeo con líneas de vacas frisonas europeas, más pequeñas que la que proporciona la genética americana. La idea es buscar una vaca que soporte más la caminata y el barro, y para ello se debe mejorar patas, con el objetivo de lograr un animal no tan pesado, aunque sin resignar producción.
En diálogo, el ingeniero agrónomo Nicolás Fotia encargado del tambo en Los Cardos dijo: "Estamos buscando vacas de menor tamaño. En 2019 fue el primer año que inseminamos todo con semen Holstein irlandés y la idea es reducir tamaño ya que siempre tuvimos Holando americano de gran tamaño y la idea es empezar a buscar vacas más chicas adaptadas a un sistema pastoril y así lograr más carga por hectárea".
En Los Cardos está instaurado un sistema que posee pariciones continuas y “solo cortamos la inseminación en marzo y abril, para evitar partos en diciembre y enero”.
En cuanto a la decisión de concentrar Fotia dijo: "Hace un año construimos un tambo nuevo que aglutinó a los 2 tambos viejos que teníamos, y comenzamos el proceso de unificación".
La dieta de las vacas lecheras en la Estancia Los Cardos es “pasto que cosechan las vacas, en las praderas de alfalfas consociadas con festuca, cebadilla y trébol y después hacemos un TMR de silo, grano húmedo, una fuente proteica y minerales, cuya mezcla se dan en las parcelas, en las franjas diarias que asignamos de pasturas o verdeos y con eso nos manejamos”, precisó el profesional.
El corto, mediano y largo plazo, versión Rattazi
A la hora de describir el presente lechero, Cristiano Rattazzi indicó: “El negocio de producir leche está complicado, los precios internacionales de la leche en polvo están en baja, pero hay que aguantar”, dijo y agregó “el problema es que hay intervenciones continuas, con modificaciones de precios que no dejan muy claro que hay que hacer o dónde invertir. Si dejaran más libre el mercado y más libre la posibilidad de exportar a valores competitivos tendríamos un potencial enorme para desarrollar una industria muy potente como Australia y Nueva Zelandia, pero ahora quedamos atrás”.
A la hora de definir lo que piensa hacer con el tambo dijo que proyectaron “un año normal, ya que si uno pensara en agrandar el tambo, diría que no hay ningún incentivo para eso”.
Preguntado sobre que ve en 10 años en la lechería nacional, Cristiano Rattazzi dijo: “Para nosotros 10 años es lejísimo, aunque espero que todo mejore y que se puedan hacer grandes inversiones y aumentar la producción. Capacidad en Argentina hay, calidad de tierras, de hombres y de trabajo también, pero faltan otras cosas”.
Consultado sobre la comparación entre producir autos y producir leche, dijo “que se trata de una comparación muy compleja. El auto es todo un negocio en el que hay que vender autos, es decir se gana plata si se venden autos, el negocio de la leche está más dado por el mercado, pero creo que tanto en un uno como otro rubro se salvaron los que hicieron las cosas muy bien, aunque creo que en producción de leche hay que mejorar mucho”.
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