La energía limpia ha alcanzado un punto importante: hoy es más barato construir y usar una combinación de energía eólica, solar, baterías y otras tecnologías limpias en EE.UU. que construir la mayoría de las plantas de gas natural propuestas. Según Rocky Mountain Institute (RMI), las empresas de servicios públicos pretenden destinar US$90 billones para construir nuevas plantas de gas y otros US$30 billones para gasoductos; sin embargo, si se utilizaran energías renovables, los consumidores podrían ahorrar hasta US$29 billones en las facturas de electricidad.
El gerente de práctica eléctrica de RMI, Chaz Teplin, aseguró: “En 2019, dado lo que se necesita hoy en la red, mostramos que estas tecnologías han cruzado la línea y se han convertido en la manera más barata de agregar electricidad a la red”. Asimismo, remarcó: “En el futuro, ese caso se acelerará porque aunque el precio del gas natural, por ejemplo, puede fluctuar hacia arriba y hacia abajo, el costo para instalar nuevas energías renovables solo continuará disminuyendo”.
Los investigadores observaron cómo se usan las plantas de gas natural en las redes eléctricas y luego calcularon lo que sería necesario para que la energía limpia reemplace esas plantas, incluyendo las baterías para almacenarla si la energía solar o eólica no están disponibles; después, dedujeron que es más barato, en casi todos los casos, construir y ejecutar nuevos proyectos de energía limpia que los proyectos de gas natural.
A mediados del 2030, la energía limpia podría reducir a tal manera el costo que sería más barato construir y administrar nuevas energías renovables que mantener en funcionamiento las plantas de gas existentes. Más del 90% de las plantas construidas recientemente podrían verse obligadas a jubilarse anticipadamente.
Muchas empresas norteamericanas dedicadas a los servicios públicos ya reconocen la necesidad económica de cambiar, como por ejemplo: Idaho Power, planea su transición al 100% energía limpia para el 2045; Xcel Energy, apunta a estar libre de carbono para el 2050; y Florida Power and Light planea construir el sistema de almacenamiento de baterías con energía solar más grande del mundo para retirar nuevas plantas de gas.
Sin embargo, otro lote de compañías continúa planeando proyectos de gas natural, ya sea por inercia, porque no han reconocido las ventajas económicas de las energías renovables, o porque el sistema les permite obtener mayores ganancias.
En los estados donde las empresas de servicios públicos planean avanzar con la construcción de plantas de gas natural, los consumidores deben cuestionar esa opción. Al respecto, Teplin comentó: “Vale la pena si la gente prefiere que su estado dé prioridad a las tecnologías nuevas y limpias, y abogan por eso, ya sea directamente a la empresa de servicios públicos o a las agencias reguladoras estatales, para hacer oír su voz”.