Maíz: el potencial productivo en Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe

l maíz es un cultivo fundamental para el desarrollo de las cadenas aviar y porcina, así como para el bioetanol y la industria aceitera, entre otras. En el Congreso Maizar 4.0, los ministros de Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna; de Entre Ríos, Juan José Bahillo; y de Córdoba, Sergio Busso, compartieron el panel “Transformación: el potencial de la Región Centro”, donde coincidieron en que el maíz es clave para generar riqueza y empleo, y mejorar la conservación de los suelos.

El primero en tomar la palabra fue el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe, Daniel Costamagna, quien hizo referencia a la difícil coyuntura que atraviesa el país. En ese sentido, destacó la importancia de “cuidar el aparato productivo y la producción de alimentos, maquinaria agrícola y al sector agroexportador”, que son fundamentales para la provincia en materia de generación de empleo, inclusión social y desarrollo de ciencia y tecnología.

En la misma línea, remarcó que el maíz implica diversificación productiva, generación de valor, equilibrio en un sistema vulnerable como el suelo y un enorme aporte a la diversificación y la rotación agrícola.

Según Costamagna, el mapa productivo de la provincia tiene una gran coincidencia con el mapa agrícola. En la última campaña, Santa Fe produjo ocho millones de toneladas de maíz, que la ayudaron a sostener las producciones porcina, vacuna, avícola y láctea. Para el funcionario, el desafío es lograr que el sistema sea lo más estable posible desde lo financiero y productivo.

A su turno, el ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Social de Entre Ríos, Juan José Bahillo, mencionó un estudio de FADA según el cual la cadena del maíz genera 11 empleos cada 100 hectáreas sembradas, lo que significa que da trabajo a 450.000 personas, es decir, al 2,8% de la población ocupada de la Argentina.

De acuerdo a Bahillo, el maíz es fundamental para la producción avícola entrerriana, que produce casi el 50% de la carne de pollo del país. En 2019 se produjeron cerca de 1,1 millones de toneladas anuales, procedentes de 3.330 galpones de engorde de pollo, por un valor de US$1.000 millones. Además, se producen cerca de 15 millones de docenas mensuales de huevos, en su mayoría situadas sobre la costa del Paraná.

Del maíz entrerriano, un 70% se destina al consumo animal, un 25% a la exportación y un 5% a la molienda de etanol, un agregado de valor local mayor que a nivel nacional, donde la exportación acapara el 67%, el consumo animal el 25% y la producción de etanol, el 8%.

No obstante, Entre Ríos tiene un déficit en la producción de maíz: debe “importar” una parte desde Córdoba. El ministro explicó que para conseguir el autoabastecimiento la provincia debería sembrar alrededor de 90.000 hectáreas más de maíz. Algunos productores asumen compromisos con traders y acopios que financian su producción, y por eso destinan una parte a la exportación. A la vez, tener un mercado externo sirve como un reaseguro, por si se debilitan algunas cadenas productivas locales.

En esa línea, sostuvo que la provincia les planteó a productores y acopios locales el objetivo de alcanzar el abastecimiento sin resignar exportación, para lo que se necesita asegurar crédito y provisión de insumos. “Tenemos todas las condiciones objetivas para tener un desarrollo y crecimiento constante, con valor agregado y trabajo para los entrerrianos”, cerró.

Por su parte, el ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Sergio Busso,  sostuvo que región Centro abarca el 70% de la producción nacional de maíz; el 81% de la producción de etanol; el 54% de la producción aviar; el 44% de la porcina; alrededor del 30% de la vacuna; y es la principal cuenca láctea, con el 65% de la producción.

Por otro lado, Busso expresó que un gran desafío sería que el país pase de exportar alimento para animales a exportar alimento para personas, lo que requiere concebir al maíz como una política de Estado y apuntar, por caso, a pasar de procesar 7 millones de toneladas a 15 millones. “El maíz es la clave para la sustentabilidad del suelo argentino y fomentar buenas prácticas agropecuarias”, afirmó.

En lo que respecta a las retenciones, dijo que es un impuesto que penaliza la producción, a la vez que hizo hincapié en la falta de equidad de las mismas. “Es muy difícil exportar carne porcina a China pagando una retención del 9%”, indicó. “Cuando uno habla de una buena macroeconomía, a la producción y al productor hay que reconocerlos y acompañarlos”, concluyó.