Arsa en crisis: busca suspender empleados por caída del consumo

Por Agroempresario.com

Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (Arsa), anteriormente la “joya” de SanCor, enfrenta graves problemas. La empresa, que produce yogures y postres en sus plantas de Arenaza (Lincoln, Buenos Aires) y Córdoba, fue adquirida por Vicentin Family Group y actualmente está gestionada por la venezolana Maralac. A finales de marzo, Arsa abrió su concurso preventivo y está planteando al gremio Atilra la necesidad de suspender a parte de sus 400 empleados.

Según fuentes de la compañía, han estado pagando los sueldos “con dificultad” y a veces “desdoblados”, debido a la caída del consumo, lo que dificulta la recuperación. Insisten en que para seguir cumpliendo con los trabajadores, necesitan continuar produciendo, ya que sus únicos ingresos provienen de la comercialización.

Desde Atilra, se rechazó el planteo de la empresa, argumentando que la implementación de medidas propuestas solo agravará la situación crítica de la compañía y de los trabajadores que representan.

Este martes, las autoridades de Arsa mantuvieron una reunión con representantes nacionales y delegados de Atilra para informarles sobre la "crítica situación" de la compañía y buscar consensos para avanzar en alternativas que permitan, a través de una reestructuración y reingeniería de los procesos productivos, garantizar la continuidad de las operaciones de la empresa.

En la reunión, se explicó que, debido al "deterioro del poder adquisitivo" y la caída del consumo general, la demanda de los postres y yogures ha disminuido, a pesar de su calidad y valor nutritivo.

El pasado 21 de diciembre, Arsa presentó ante la Justicia Comercial su solicitud de concurso preventivo de acreedores, que fue validado el 1° de marzo. Según un comunicado de Arsa, esta medida se tomó debido a los problemas financieros causados por el contexto macroeconómico, que provocó un aumento constante de los costos operativos junto con una fuerte caída en las ventas.

La situación ha empeorado significativamente en los primeros meses del año, haciendo inviable el sostenimiento de la estructura productiva actual. En este contexto, Arsa sostiene que necesita "suspender personal por un margen de tiempo" no especificado.

La empresa argumenta que esta medida permitiría adecuar la plantilla activa de empleados a los niveles actuales de producción, necesarios para responder a la demanda actual de sus productos. En caso de una recuperación en el nivel de actividad, también reactivaron los niveles de producción de las plantas.

Tras la reunión con el gremio, el directorio de Arsa reiteró su "predisposición al diálogo" y expresó su confianza en que los representantes de los trabajadores recapaciten y que prevalezca el sentido común y el espíritu colaborativo para superar exitosamente esta difícil situación.

En su presentación en el concurso, Arsa declaró tener 339 acreedores, con un pasivo de $49.713,7 millones, además de otros $67.354,1 millones eventuales por garantías de deudas de terceros, una herencia de cuando adquirió las líneas de productos de Sancor en 2016.