Innovador proyecto en Córdoba: primer tambo y planta pasteurizadora de leche de burra en Argentina

Por Agroempresario.com

En un hito para la industria láctea argentina, en Villa María, Córdoba, se ha establecido el primer tambo y la primera planta pasteurizadora de leche de burra del país. Este proyecto pionero, en funcionamiento desde hace un año y medio, ha sido impulsado por inversores privados con la colaboración de diversas universidades estatales, creando un ecosistema de producción e investigación centrado en las propiedades de este producto, que emerge como una alternativa para quienes padecen alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV).

El origen de esta iniciativa se remonta a casi una década atrás, cuando el investigador Luis Lossino, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, tuvo la oportunidad de visitar un tambo de leche de burra en China, donde se utilizaba tanto para la producción de cosméticos como para el consumo de personas alérgicas a la proteína de la leche de vaca. Este encuentro, seguido por otra experiencia similar en Italia, impulsó la creación del proyecto en Argentina.

La leche de burra se presenta como un producto destacado debido a su notable similitud con la leche materna, ya que las burras son monogástricas, lo que significa que su proceso de digestión y absorción de nutrientes es muy similar al de los humanos. Además, esta leche posee menos grasas y más nutrientes que la leche de vaca, lo que la convierte en un potencial "superalimento" con un alto contenido de minerales como calcio y magnesio, vitaminas del grupo B y probióticos, según destaca Pablo Talano, uno de los integrantes de Equslac, la empresa detrás de este emprendimiento.

Actualmente, Equslac cuenta con un rodeo de entre 280 y 300 burras, de las cuales aproximadamente un tercio se encuentra en proceso de ordeñe. Con el objetivo de ampliar su impacto en la oferta, la empresa busca sincronizar el rodeo y alcanzar unas 5000 burras en total. Hasta el momento, producen, pasteurizan y congelan alrededor de 1000 litros de leche por mes, a un costo competitivo de entre US$10 y US$15 por litro a nivel internacional, y US$10 a nivel local.

Además del beneficio para las personas con APLV, este proyecto también busca mejorar las condiciones de vida de las burras en Argentina. Con unas 250.000 burras en el país, muchas de las cuales viven en condiciones precarias, especialmente en la precordillera compitiendo por pasto con cabras y siendo objeto de maltrato, este emprendimiento no solo ofrece una solución para los consumidores, sino que también contribuye a la protección y bienestar de estos animales.

Con la participación de varias universidades nacionales y unos 40 investigadores involucrados, este proyecto promete seguir innovando, incluso explorando técnicas para enriquecer la leche con ácidos grasos, haciéndola apta como alternativa para bebés de 0 a 12 meses. Sin embargo, un desafío pendiente es la necesidad de desregular las normas que actualmente limitan la competencia de la leche de burra en el mercado frente a los hidrolizados, una tarea en la que están trabajando intensamente para garantizar el acceso libre a esta alternativa nutricionalmente beneficiosa.