Por Agroempresario.com
EXTERIOR - La crisis de fertilidad del suelo en África sigue empeorando, afectando gravemente el rendimiento de los cultivos y poniendo en riesgo la subsistencia de los pequeños agricultores que trabajan con parcelas promedio de media hectárea. Esta problemática se debe, en parte, a la acidificación del suelo causada por el uso excesivo de fertilizantes químicos como DAP, CAN y urea, que aportan nitrógeno pero deterioran la calidad del suelo.
La empresa británica de biotecnología agrícola, Legume Technology, está determinada a revertir esta situación utilizando biofertilizantes microbianos que han demostrado ser efectivos para mejorar el rendimiento de los cultivos. Fundada en el año 2000, Legume Technology se ha especializado en el uso de microbios naturales, tanto bacterias como hongos, que capturan nitrógeno del aire y lo ponen a disposición de los cultivos. Estas soluciones, denominadas “fijadores biológicos de nitrógeno” (BNF), son ideales para leguminosas como guisantes, soja y otras legumbres.
A pesar de los beneficios de los productos biológicos, su adopción en África enfrenta varios desafíos. Bruce Knight, cofundador y director general de Legume Technology, destaca que los fertilizantes sintéticos suelen ser demasiado costosos para la mayoría de los agricultores en el continente, y su uso continuado afecta negativamente la salud del suelo y el medio ambiente.
Knight, microbiólogo especializado en la mejora del suelo, comenzó a investigar alternativas biológicas en 2007, después de participar en un evento de la Fundación Bill y Melinda Gates en Arusha, Tanzania. Allí se dio cuenta de la casi nula utilización de fertilizantes biológicos en África, donde los fertilizantes químicos son la única opción disponible para muchos agricultores. En contraste, regiones como América Latina han adoptado más ampliamente estos productos.
Legume Technology ha trabajado en 14 países africanos, pero el tamaño de los envases actuales, diseñados para tratar 100 kilogramos de semillas, resulta inadecuado para los pequeños agricultores, que generalmente necesitan paquetes de 30 kilogramos. Aunque algunas empresas locales han comenzado a ofrecer envases más pequeños, la asequibilidad sigue siendo un problema importante, y los productos fabricados localmente a menudo tienen problemas de calidad.
“Actualmente, enfrentamos competencia con productos fabricados localmente, pero nuestro desafío es el envasado, a pesar de que nuestros productos son más baratos y contienen hasta 5,000 veces más bacterias”, explica Knight.
Recientemente, Legume Technology recibió una subvención de £2,15 millones (US$2,83 millones) de la Fundación Gates y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del Reino Unido (FCDO) para abordar estos problemas. Con esta financiación, la empresa planea desarrollar una nueva línea de envasado en su fábrica del Reino Unido, creando envases más pequeños y económicos, similares a los de las patatas fritas, que serán fáciles de transportar y mantendrán la calidad del contenido.
Además, la subvención permitirá a Legume Technology emprender un programa de investigación de tres años para identificar microbios adecuados para cultivos no leguminosos, como el maíz, que es ampliamente cultivado en África. La empresa colaborará con institutos de investigación y universidades para evaluar cepas bacterianas de BNF y analizar su rendimiento en condiciones controladas.
El objetivo de Legume Technology es tener productos listos para su registro y comercialización en al menos tres países africanos para mediados del próximo año, y posteriormente ampliar su alcance a todo el continente. Knight espera que los gobiernos africanos faciliten los procesos de prueba y registro para acelerar la adopción de estas tecnologías vitales.
“La subvención nos permitirá ofrecer soluciones asequibles y eficaces a los pequeños agricultores africanos, ayudando a mejorar la calidad del suelo y aumentar la productividad de los cultivos sin causar daño ambiental”, concluye Knight.