Mercedes-Benz en la encrucijada

Por Agroempresario.com

En un reciente artículo de El Cronista, se aborda la creciente inquietud en torno a la planta de Mercedes-Benz en González Catán, donde el futuro de la producción de la emblemática Sprinter se encuentra en la cuerda floja. Manuel Mantilla, presidente de Mercedes-Benz Argentina, había manifestado hace dos años que se requerían esfuerzos mayores para impulsar la electromovilidad en el país. En sus palabras, "Pienso, también, en la Sprinter. Falta bastante. Pero, en algún momento, será eléctrica".

Este “algún momento” parece estar cada vez más cerca, dado que la automotriz se propone que más del 50% de sus ventas globales sean vehículos eléctricos para 2030. Sin embargo, la realidad en Argentina plantea un escenario complejo, ya que la infraestructura actual no permite imaginar un mercado de gran escala para vehículos eléctricos. La nota de El Cronista revela que la incertidumbre sobre la continuidad de Mercedes-Benz en el país ha cobrado fuerza después de que se conocieran rumores sobre una posible transferencia de operaciones a grupos locales como Newsan y Mirgor, algo que la automotriz ha negado.

A medida que se multiplican los rumores, los proveedores locales de Mercedes-Benz expresan su preocupación. Aún no han recibido comunicación oficial que desmienta los rumores de reestructuración, lo que agrava la inquietud en la cadena productiva, en la que Mercedes-Benz representa un volumen significativo para pocos autopartistas nacionales.

El contexto actual plantea interrogantes sobre el futuro de la industria automotriz en Argentina, donde se anticipa que en una década podrían quedar solo cinco fábricas operativas en el país. Esto pone de relieve la urgencia de adaptarse a las nuevas demandas del mercado y las metas de sostenibilidad establecidas por las automotrices a nivel global. El Cronista menciona que la escisión de la unidad de vehículos pesados de Daimler ha dejado un vacío en las operaciones locales, provocando un cimbronazo en la planta.

A pesar de la incertidumbre, el sector se enfrenta a la necesidad de innovar y transformarse para cumplir con los desafíos de la electromovilidad. Según las proyecciones de la empresa, se espera que en 2026 se lance una línea nueva de vans eléctricas en Europa y Estados Unidos, incluyendo la Sprinter, cuya versión argentina actualmente se exporta a esos mercados. Esto incrementa la posibilidad de que la producción se concentre en el extranjero, lo que hace que la continuidad de la planta local sea aún más incierta.

La situación de Mercedes-Benz en Argentina se convierte en un punto focal para la industria automotriz local, donde la adaptación a las tendencias globales es esencial para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento en el futuro. La decisión que tome la automotriz en los próximos meses podría ser un indicativo de la dirección que tomará el sector en el país y de los desafíos que enfrentará en el camino hacia una electrificación efectiva.