Por Agroempresario.com

América del Sur sigue sorprendiendo a los turistas con su riqueza natural, y uno de sus tesoros más preciados es el Parque Nacional Torres del Paine. Este espectacular destino, reconocido en 2013 como la octava maravilla del mundo, abarca más de 227.000 hectáreas de paisajes asombrosos entre la Cordillera de los Andes y la estepa patagónica. Cada año, más de 280.000 visitantes llegan a explorar sus rutas y disfrutar de su biodiversidad, convirtiendo al parque en un referente del ecoturismo.

Creado en 1959 y declarado Reserva de la Biósfera por la UNESCO en 1978, el Parque Nacional Torres del Paine ha logrado posicionarse como un símbolo de conservación y sostenibilidad. En un concurso organizado por el portal Virtual Tourist, obtuvo más de 5.000 votos, consolidando su estatus como una maravilla del mundo y resaltando la importancia de proteger este valioso patrimonio para las generaciones futuras.

Los impresionantes paisajes del parque incluyen las emblemáticas Torres del Paine, el Glaciar Grey, el Lago Pehoé y el Valle del Francés, que son solo algunos de los puntos destacados que atraen a los visitantes. Durante el verano, el parque ofrece hasta 20 horas de luz, permitiendo a los turistas disfrutar de largas jornadas de exploración.

Entre las actividades más populares se encuentran:

-Sendero a Base Torres: Un trekking de 20 kilómetros que permite acercarse a las imponentes torres de granito, con una duración aproximada de 8 horas.

-Miradores del camino vehicular: Un recorrido por seis miradores accesibles en vehículo, conocido como Torres del Paine Full Day.

-Ruta W: Un circuito de 3 a 5 días de trekking que abarca alrededor de 76 kilómetros en total, ideal para los aventureros.

-Circuito Macizo Paine "O": Esta ruta, que se completa en 7 a 10 días, incluye la famosa ruta W y tiene una distancia total aproximada de 93 kilómetros.

A medida que la popularidad del Parque Nacional Torres del Paine sigue creciendo, también lo hace la responsabilidad de cuidarlo. La conservación de sus ecosistemas y la promoción de un turismo sostenible son esenciales para asegurar que este patrimonio natural siga deslumbrando a visitantes de todo el mundo.

Además de Torres del Paine, América Latina alberga otras maravillas del mundo, como Chichén Itzá en México, Machu Picchu en Perú y el Cristo Redentor en Brasil, consolidando la región como un destino turístico de primer nivel. Con la combinación de paisajes impresionantes y una rica diversidad cultural, América del Sur se reafirma como un paraíso para los amantes de la naturaleza y el turismo responsable.