El alfajor argentino que conquista Islandia: la historia de Carla Valvo

Por Agroempresario.com

En el corazón de Islandia, el alfajor argentino se convierte en un símbolo de identidad y conexión con la tierra natal. Carla Valvo, una diseñadora de modas de 37 años, ha logrado establecer su marca "Re Argentina" en Reikiavik, donde ofrece una versión creativa de este clásico argentino. La empresaria, que llegó a la isla con solo 500 euros, ahora vende sus alfajores en dos locales de la capital islandesa, utilizando dulce de leche importado de Argentina y chocolate de la prestigiosa marca local Omnom.

Su trayectoria comenzó en Buenos Aires, donde Valvo tenía una exitosa marca de ropa. Sin embargo, la crisis económica de 2018 la llevó a cambiar de rumbo y buscar nuevas oportunidades en Italia. Después de hacer ciudadanía y comenzar una relación, decidió trasladarse a Islandia en octubre de 2019, impulsada por el deseo de emprender con productos argentinos.

“En Italia, comencé a hacer empanadas, y aunque no tenía experiencia previa, la marca ‘Re Empanadas Argentinas’ tuvo buena recepción. Pero siempre quise hacer algo que representara mi país”, explica Valvo. Con ese objetivo, desarrolló "Re Argentina", enfocándose en los alfajores, los cuales lanzó al mercado con un enfoque artístico. La idea era reinterpretar el alfajor en un producto más creativo y atractivo, incluso utilizando moldes que les daban formas florales.

El primer pedido llegó de un estadounidense que deseaba sorprender a su esposa, y la acogida fue tan positiva que pronto comenzó a recibir más solicitudes. La venta en una cafetería local ayudó a popularizar el producto y generar demanda. Su relación con Omnom, la chocolatería más reconocida de Islandia, le permitió contar con un chocolate de alta calidad, lo que elevó aún más su propuesta.

Recientemente, Valvo decidió abrir un espacio propio, y aunque su primer intento de alquilar un local no fue exitoso, su perseverancia la llevó a Taste of Iceland, donde ahora sus alfajores tienen un lugar destacado. “Quiero que mis alfajores sean como joyas, un producto premium”, dice, mientras menciona los precios de 16 euros para los alfajores grandes y 7 para los pequeños, adaptándose al poder adquisitivo de la clientela local y al turismo que visita la isla.

La comunidad argentina en Islandia es pequeña, con alrededor de cien residentes. A pesar de sus temores iniciales sobre la aceptación del producto, Valvo optó por dirigirse a un público más amplio, logrando que sus alfajores se posicionen como el acompañamiento ideal para el prosecco en diversas ocasiones.

“Comencé con poco, con solo 500 euros, y ahora apunto a tener un puesto en el aeropuerto. Mis tarjetas dicen: ‘si vas a Islandia, trae alfajores’”, concluye Valvo, destacando su ambición y el éxito que ha encontrado al llevar un pedacito de su tierra al Polo Norte.

Esta historia fue difundida en una entrevista exclusiva de La Nación.