Javier Carrizo: De la adversidad a la cima en el mundo de la logística

Por Agroempresario.com

Desde muy joven, Javier Carrizo comprendió que para alcanzar algo más debía salir a buscarlo. Criado en Villa Domínico, Avellaneda, en un hogar humilde, comenzó a trabajar a los 15 años. “Nunca nos faltó un plato de comida ni un techo, pero si querías algo más, había que salir a laburar”, recuerda el empresario, fundador de GEA Logistics, en diálogo con La Escalada de Infobae.

Carrizo no tuvo miedo de enfrentarse a cualquier desafío. A lo largo de su juventud, experimentó con diferentes trabajos: bañó perros, trabajó en una fábrica, vendió perfumes en la calle y recorrió el país vendiendo cursos de informática. Años que marcaron su vida, y que lo llevaron a recorrer Argentina de Ushuaia a La Quiaca. “Si no vendías, no comías. La lucha era diaria”, afirma Carrizo, quien pasó largas temporadas fuera de su casa, lejos de su familia.

Un giro en su destino ocurrió cuando, sintiéndose limitado por su falta de estudios y recursos, decidió repartir currículums en busca de un trabajo más estable. “Caí en el mundo de la logística y el comercio exterior de casualidad. Empecé a trabajar en una empresa y allí comenzó mi carrera”, cuenta Carrizo. Su ascenso fue vertiginoso: pasó de ser aprendiz a operador portuario, y luego dio el salto a una multinacional. Fue entonces cuando decidió dar un paso más hacia la independencia: quería crear su propia empresa.

Inspirado por la idea de ofrecer un mejor servicio logístico, fundó su primera compañía con mucho esfuerzo y sacrificio. Aquel negocio se centró en mejorar el transporte terrestre, y se basó en una idea innovadora: muchas empresas de transporte no tenían páginas web ni una buena comunicación. Javier vio en ello una oportunidad y decidió aprovecharla. Pero como todo emprendedor, la ruta no fue fácil. En 2011, su primer emprendimiento fracasó. “Fundimos, pero fundimos mal. Perdí todo, quedé endeudado, en la lona”, recuerda Carrizo con sinceridad. La caída fue profunda, y las secuelas afectaron su salud mental y física: ataques de pánico, ansiedad y problemas con sus relaciones personales.

No obstante, Javier no se rindió. Decidió refundar su empresa, que pasó a llamarse GEA Logistics, y esta vez el enfoque sería diferente. “Le puse mucha garra. Sabía que si me iba bien, podía salir adelante, y si no, me iba a ir terriblemente mal”, reflexiona. Con una planificación más sólida, nuevas alianzas estratégicas y un equipo confiable, Carrizo logró llevar a GEA Logistics a un nivel superior. Su éxito radicó en aprender de sus fracasos, en delegar responsabilidades y en construir un negocio con bases firmes.

Hoy, GEA Logistics es un referente en la logística, ofreciendo soluciones innovadoras. Sin embargo, Carrizo sabe que el camino no fue sencillo. “Nadie ve las noches sin dormir, las preocupaciones, el miedo al fracaso. Hay que estar dispuesto a pagar el precio”, asegura el empresario, quien destaca que, más allá de los logros, su mayor satisfacción es haber demostrado que la adversidad puede ser un motor de cambio.

“Aprendí que la clave no es solo resistir, sino adaptarse y evolucionar”, concluye Javier Carrizo, quien ahora dedica parte de su tiempo a compartir su experiencia con nuevos emprendedores, convencido de que la perseverancia y el aprendizaje continuo son esenciales para alcanzar cualquier meta.