Por Agroempresario.com
Las exportaciones de carne argentina continúan sorprendiendo al mundo. Según el Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, en los primeros siete meses de 2025 se alcanzaron casi US$2.000 millones, un incremento del 17,7% respecto al mismo período de 2024, consolidando la posición de la Argentina como uno de los principales proveedores globales de carne bovina.
El desempeño del sector refleja no solo la recuperación de los precios internacionales, sino también la consolidación de los mercados estratégicos, liderados por China, y el fortalecimiento de la cadena de valor de la carne argentina, que combina volumen, calidad y trazabilidad.
En julio de 2025, el volumen de carne bovina refrigerada y congelada exportada alcanzó 62.200 toneladas, generando ingresos por US$346,9 millones. Si bien este volumen representó un leve descenso del 1,1% respecto a junio, el valor obtenido creció un 5,5%, mostrando la recuperación en los precios de exportación.
En comparación interanual, las cifras son aún más alentadoras: el volumen de julio fue un 9,7% superior al de julio de 2024, y el valor se disparó un 51,7% en el mismo período, evidenciando una recuperación parcial respecto a la caída sostenida desde 2022.
El precio promedio de exportación en julio de 2025 se situó en US$5.577 por tonelada, un 6,6% más que en junio y un 38,2% superior al precio de julio de 2024. Aunque todavía se encuentra aproximadamente US$700 por tonelada por debajo de los máximos históricos de abril de 2022, representa un alivio para los productores y exportadores.
El presidente del Consorcio ABC, Mario Ravettino, destacó que durante enero-julio de 2025 se exportaron cerca de 376.200 toneladas peso producto, generando ingresos por US$1.943,1 millones. Aunque el volumen es un 12,6% menor al del mismo período de 2024, el aumento en el valor evidencia una rentabilidad creciente en un contexto internacional más favorable.
Los datos reflejan la importancia de la diversificación de mercados y productos, incluyendo carne refrigerada, congelada, con hueso, deshuesada y cortes especiales, así como certificaciones especiales como Kosher, que han abierto oportunidades estratégicas en mercados exigentes.
China sigue siendo el principal destino de la carne argentina. En julio de 2025, representó el 71,8% del volumen mensual y el 69,4% del acumulado de los primeros siete meses.
El precio medio de la carne sin hueso hacia China fue de aproximadamente US$5.000 por tonelada, todavía por debajo del máximo de US$5.900 registrado en mayo de 2022.
El acumulado enero-julio muestra 216.100 toneladas de carne congelada deshuesada, una caída del 20,7% en volumen respecto a 2024, aunque los ingresos llegaron a US$1.112,1 millones, un aumento del 10,1% interanual.
La carne refrigerada registró un volumen de 61.500 toneladas en los primeros siete meses, un 7,1% más que en 2024, con ingresos por US$641,5 millones, un 32,1% superior.
Se observó una recuperación significativa hacia Chile, con 1.700 toneladas despachadas en julio, un aumento del 64,1% respecto a junio. Las exportaciones a Europa también crecieron levemente, un 3,8%, impulsadas por el inicio del ciclo 2025/26 de la Cuota Hilton.
En Israel, los despachos de carne certificada Kosher se mantuvieron elevados, con 2.400 toneladas de carne enfriada a US$9.442 por tonelada y 2.600 toneladas congeladas a US$8.680, consolidando a este país como el segundo destino más importante del mes.
Los Estados Unidos mostraron recuperación en volúmenes de carne enfriada, mientras que los despachos de carne congelada registraron leves caídas, sumando aproximadamente 2.600 toneladas en julio.
En contraste, México experimentó un retroceso abrupto, con apenas 237 toneladas despachadas, debido a la suspensión de habilitaciones para varios establecimientos previamente autorizados para exportar a ese país.
El informe del Consorcio ABC identifica varios factores que explican el desempeño positivo:
Mario Ravettino destacó que el fortalecimiento de la industria cárnica argentina depende de mantener competitividad, calidad y apertura de mercados internacionales, combinando la eficiencia en producción con estándares globales de sanidad y trazabilidad.
A pesar del crecimiento en divisas, el sector enfrenta desafíos:
No obstante, la combinación de precios favorables, diversificación de destinos y productos, y apertura de mercados estratégicos como China, Israel y Europa, asegura que la carne argentina siga siendo competitiva en el comercio global.
Los especialistas anticipan que la tendencia positiva en divisas podría mantenerse si se sostienen los niveles de demanda en Asia y Medio Oriente, y si se consolida la apertura de mercados secundarios.
La clave será maximizar el valor por tonelada exportada, optimizar la logística de embarque y mantener los estándares de calidad y trazabilidad que distinguen a la carne argentina.