La industria cárnica argentina sumó esta semana una noticia de relevancia comercial: Chile autorizó el ingreso de vísceras y subproductos animales destinados al consumo humano, insumos clave para la elaboración de embutidos y otros alimentos procesados. La habilitación quedó formalizada tras la aceptación del certificado veterinario internacional (CVI) acordado entre ambos países.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile comunicó al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) la aprobación de los requisitos sanitarios que regirán los envíos. El acuerdo abarca productos comestibles derivados de bovinos, porcinos, ovinos, caprinos, aves y equinos originados en la Argentina.
La medida ya está operativa y representa un paso adelante en la agenda sanitaria conjunta, resultado de tres meses de negociaciones técnicas entre la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el SENASA y el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino.
Con esta apertura, Chile se incorpora a un grupo de 58 destinos que ya compran vísceras y subproductos argentinos. Este segmento exportador ha mostrado dinamismo: en lo que va de 2025, el SENASA certificó más de 149 mil toneladas enviadas a mercados como Rusia, Ghana, Hong Kong, Perú y la República Democrática del Congo.
La habilitación chilena no solo amplía el acceso comercial, sino que también consolida la posición de Argentina como proveedor confiable de productos cárnicos con valor sanitario reconocido.