Avanza la siembra de maíz en Argentina, pero persisten desafíos climáticos

Por Agroempresario.com

La siembra de maíz con destino a grano comercial en Argentina ha iniciado con un avance del 7,1%, superando en 2,2 puntos porcentuales el progreso registrado en el mismo período del ciclo 2023/24, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Este inicio anticipado se debe, en parte, a las lluvias que cayeron a principios de septiembre, permitiendo un avance ágil en las labores, especialmente en la zona núcleo productiva, que abarca el centro-sur de Santa Fe, el sudoeste de Entre Ríos y el noreste de Buenos Aires.

A pesar de este avance, la siembra se enfrenta a desafíos significativos. En el este de Córdoba, las condiciones de humedad superficial han dificultado las labores, obligando a los productores a retrasar las fechas de siembra. La BCBA estima que el área total a sembrar con maíz alcanzará las 6,3 millones de hectáreas, aunque esta proyección dependerá de la llegada de nuevas precipitaciones y de factores económicos, así como de la evolución de las poblaciones de Dalbulus maidis, una plaga que afecta el cultivo.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se enfatiza que la preocupación por ataques de chicharrita y la escasez de humedad superficial están impulsando a los productores a actuar rápidamente. El centro-sur de Santa Fe se destaca como la región más adelantada en la siembra, donde los productores intentan aprovechar al máximo la humedad disponible. Sin embargo, en áreas como Carlos Pellegrini, solo los tamberos siguen sembrando, ya que necesitan urgentemente el maíz para la alimentación del ganado.

A medida que avanza la campaña, se espera que algunos productores opten por alternativas como el girasol y el sorgo, que presentan mayor resistencia a la sequía y a altas temperaturas. Desde la BCR, se informa que la fecha de siembra podría extenderse hasta mediados de octubre, pero también se considera que el sorgo tiene la ventaja de la latencia, lo que le permite retrasar su floración en períodos secos y aprovechar mejor el agua en momentos críticos.

La situación actual refleja tanto las oportunidades como los retos que enfrenta el sector agrícola argentino, en un contexto donde la variabilidad climática puede afectar la producción de uno de los cultivos más importantes del país. La clave estará en la capacidad de adaptación de los productores ante un panorama incierto.