Por Agroempresario.com
Corrientes está atravesando una crisis ambiental sin precedentes, debido a una serie de incendios forestales que han puesto en alerta a las autoridades y a la comunidad en general. En la primera semana de marzo, más de 50 focos de incendio fueron registrados en diferentes puntos de la provincia, afectando tanto a áreas urbanas como rurales, así como a reservas naturales.
Las altas temperaturas, el viento intenso y la sequía prolongada contribuyen a un panorama difícil de controlar. El fuego avanza rápidamente y amenaza con arrasar aún más hectáreas de tierras productivas y áreas de conservación, exacerbando una situación que ya ha sido crítica en años anteriores.
En uno de los incidentes más graves, un incendio de gran magnitud afectó al Jardín Botánico de la ciudad de Corrientes, donde decenas de especies vegetales fueron destruidas y más de una hectárea de terreno quedó consumida por las llamas. Bomberos voluntarios y brigadas de emergencias trabajaron sin descanso durante toda la noche para sofocar el fuego, aunque aún se desconoce la magnitud total de la pérdida.
Además, en la Ruta N°9, un incendio forzó la intervención de cinco brigadas de bomberos, quienes lucharon durante horas para evitar que el fuego se expandiera a áreas cercanas. Otro siniestro, provocado por la quema de basura en la Ruta 5, resultó en la sanción de un individuo, lo que subraya la importancia de tomar medidas preventivas, especialmente en un contexto de sequía y alta temperatura.
Hasta la fecha, Corrientes ha perdido más de 139 mil hectáreas de superficie a causa de los incendios forestales. Esta alarmante cifra refleja la magnitud de la crisis que vive la provincia, que también está enfrentando un incremento en los riesgos para la salud pública, la seguridad alimentaria y los medios de vida de los productores rurales.
A lo largo de la semana pasada, los focos de incendio fueron recurrentes y el trabajo de los bomberos fue fundamental para evitar que el fuego se expandiera aún más. Un incendio en un descampado consumió gran parte de la banquina, pero gracias al rápido accionar de las brigadas, el fuego pudo ser sofocado antes de que alcanzara áreas más extensas.
En la zona de Urrutia, los bomberos tuvieron que redoblar esfuerzos para contener el avance de un incendio que amenazaba con destruir grandes extensiones de vegetación forestal. La combinación de altas temperaturas, vientos fuertes y la falta de agua en la región está complicando las labores de extinción, poniendo a prueba la capacidad de los equipos de emergencia.
Las autoridades locales instan a la población a extremar las precauciones y a evitar actividades que puedan desencadenar nuevos incendios. En las últimas semanas, la rápida expansión del fuego ha sido favorecida por la vegetación seca que se encuentra en la región, lo que actúa como un combustible ideal para las llamas. A su vez, las autoridades están evaluando nuevas medidas preventivas para mitigar el impacto de los incendios en el futuro.
El panorama es preocupante, y las brigadas de bomberos siguen luchando para contener los focos activos, pero las condiciones climáticas adversas dificultan cada vez más el control de los incendios. Con la sequía persisting, la lucha contra el fuego continuará siendo una batalla urgente para las autoridades y los habitantes de Corrientes.
El Gobierno provincial, junto con las brigadas de bomberos, está redoblando esfuerzos para evitar que los incendios se sigan propagando, mientras la población se mantiene en alerta ante una situación que podría intensificarse en los próximos días. La comunidad espera que la crisis ambiental llegue a su fin, aunque el riesgo de nuevos focos persiste.
