Caputo asegura que la nueva política cambiaria con el FMI “no afectará a la gente” y niega salto devaluatorio

Por Agroempresario.com

En medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, brindó declaraciones en las que aseguró que el acuerdo con el organismo internacional no tendrá un impacto negativo sobre la población. Según Caputo, la nueva política cambiaria que se acordará con el FMI no implicará un salto devaluatorio, ya que se implementará con las condiciones correctas para evitar cualquier perturbación en la economía argentina.

El ministro resaltó que el principal objetivo del acuerdo es estabilizar la macroeconomía del país, sin que esto afecte a los ciudadanos. En su intervención en A24, Caputo garantizó que no habrá devaluación abrupta y que el gobierno está trabajando para crear un entorno seguro para la gente cuando se liberen las restricciones cambiarias. Además, reafirmó que el monto de la deuda y los detalles del acuerdo aún no han sido definidos, ya que la decisión final recae sobre el Directorio del FMI.

Caputo también abordó la cuestión de la flotación del tipo de cambio, una de las preocupaciones más recurrentes en torno al acuerdo con el FMI. Aunque el ministro no especificó si la Argentina adoptará un esquema de libre flotación del dólar, destacó que la clave no es si se flota o no, sino si se hace en las condiciones correctas. Aseguró que el gobierno ha trabajado en ordenar la macroeconomía para garantizar que la medida se implemente de forma estable y sin riesgos de desajustes.

“No es que Argentina no pueda flotar, sino que las condiciones macroeconómicas siempre fueron un obstáculo. La Argentina siempre tuvo déficit fiscal, lo que obligó al gobierno a financiarlo con emisión, lo que generaba una presión sobre el dólar. Ahora estamos trabajando para que esas condiciones cambien y el tipo de cambio libre se pueda implementar de forma correcta”, explicó el ministro.

Por otro lado, Caputo aclaró que el monto que Argentina recibirá como parte del nuevo acuerdo con el FMI no es algo que el gobierno pueda definir, ya que corresponde al Directorio del FMI. Esto contradice sus declaraciones anteriores, cuando aseguró que el monto ya estaba determinado. A pesar de esta contradicción, el ministro insistió en que el acuerdo con el FMI se basa en la estabilidad macroeconómica y no generará efectos adversos en la vida diaria de los argentinos.

Respecto a las críticas provenientes de la oposición, que exigen una mayor transparencia sobre los detalles del acuerdo, Caputo afirmó que los acuerdos técnicos con el FMI son tradicionalmente negociados por el Ejecutivo y no se presentaron al Congreso en el pasado. Según el ministro, lo único que debe ser aprobado por el Congreso es el crédito público, mientras que los detalles del acuerdo son parte de la confidencialidad de las negociaciones. Caputo restó importancia a las demandas de la oposición, argumentando que la aprobación del crédito es el paso necesario y que el acuerdo será ratificado por el Congreso una vez que se cumpla con los procedimientos legales establecidos.

En cuanto a las críticas sobre la falta de detalles sobre el monto del acuerdo, Caputo reiteró que el Directorio del FMI es quien tiene la última palabra en la definición de la cifra. Explicó que el gobierno no tiene información precisa al respecto, ya que esto será resuelto en una reunión del Directorio del Fondo. A pesar de las inconsistencias en sus declaraciones previas, el ministro sostuvo que las negociaciones continúan en curso y que el gobierno sigue trabajando para cumplir con los compromisos asumidos.

El acuerdo con el FMI, que se está ultimando, es crucial para la Argentina, que enfrenta una fuerte presión económica interna y externa. El gobierno espera que este pacto permita una recuperación económica gradual, con una reducción de las restricciones cambiarias y un enfoque más flexible en la política cambiaria. Sin embargo, la incertidumbre sobre los detalles del acuerdo, junto con la desconfianza de la oposición, genera un clima de incertidumbre en el país, que debe ser resuelto en las próximas semanas.