Desafíos del comercio ilegal de fauna: amenazas invisibles para la biodiversidad y la salud

Por Agroempresario.com

El comercio ilegal de fauna es un grave problema de conservación que afecta a numerosas especies en todo el mundo. Cada año, se abaten ilegalmente alrededor de 100 tigres, 30,000 elefantes y más de 1,000 rinocerontes, además de capturar ilegalmente más de 1.5 millones de aves vivas para su uso como mascotas. Aunque este comercio internacional es la cara más visible del problema, el comercio local también es extenso en regiones como el Neotrópico, donde existe una larga tradición de tenencia de mascotas de origen salvaje.

Además de representar una amenaza para la conservación, este comercio ilegal también conlleva un riesgo significativo de transmisión de enfermedades zoonóticas. A medida que la población humana y su conectividad aumentan, junto con la incursión en hábitats anteriormente inaccesibles, se crean las condiciones ideales para nuevos brotes zoonóticos a gran escala. Estos brotes pueden tener impactos negativos tanto en el medio ambiente como en la sociedad, al propagarse entre humanos, animales domésticos y fauna salvaje.

Aunque la magnitud del comercio local de fauna es poco conocida, un estudio realizado en el Neotrópico durante 13 años reveló la presencia de alrededor de 10,000 ejemplares de fauna salvaje de 274 especies nativas en más de 6,500 viviendas, con mascotas encontradas en el 95% de las localidades visitadas. La mayoría de estas mascotas fueron capturadas por sus propietarios o adquiridas localmente, lo que indica que pasan desapercibidas en las estadísticas globales.

Estas mascotas representan riesgos tanto para la salud humana como para la conservación de las especies nativas. Comparten estrecho contacto con humanos y animales domésticos, lo que facilita la transmisión de enfermedades. Además, pueden introducir enfermedades en poblaciones salvajes al escaparse. Aunque hasta ahora las aves, principalmente loros, predominan entre las mascotas encontradas y no se consideran un grupo de alto riesgo en cuanto a la transmisión de enfermedades zoonóticas, existen preocupaciones sobre posibles futuros riesgos, dada la falta de control sanitario.

Para abordar este problema, se requiere una mayor vigilancia y control de enfermedades, así como medidas preventivas para desalentar la tenencia de animales salvajes. Sin embargo, las soluciones son complejas debido a consideraciones culturales arraigadas y limitaciones económicas en muchas áreas afectadas. A pesar de ello, es crucial aumentar la conciencia sobre estos riesgos y tomar medidas para proteger la salud humana, animal y la biodiversidad.