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Por Agroempresario.com
La crisis hídrica en Argentina sigue siendo una realidad para muchas regiones del país, pero en Formosa la situación es particularmente alarmante. A pesar de que la sequía comienza a disiparse en algunas zonas agrícolas, la provincia de Formosa sigue sufriendo una falta de lluvias que parece no tener fin. Hasta el momento, solo han caído 120 mm de agua en lo que va del año, una cifra muy por debajo de lo necesario para mantener los ecosistemas y la actividad agropecuaria en la región.
El exministro de Agricultura y ex diputado nacional, Ricardo Buryaile, también productor agropecuario, compartió recientemente en sus redes sociales unas imágenes que evidencian la crítica situación. En un post de Instagram, Buryaile mostró a decenas de yacarés amontonados en lo que queda de un riachuelo seco en Colonia El Recreo, departamento Patiño, en la provincia de Formosa. “Esta es toda el agua que quedó en un riacho y así se amontonan los yacarés”, escribió el ex funcionario en su publicación.
En diálogo con LA NACION, Buryaile explicó que desde el verano hasta ahora han caído apenas unos escasos 120 mm de lluvia en la región. “Imaginate con las temperaturas de Formosa”, comentó, subrayando el impacto devastador que la falta de agua y las altas temperaturas están teniendo en la fauna local y la producción agrícola.
Según un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el mapa de deciles que abarca el periodo de enero a junio muestra que las lluvias en el centro-oeste de Formosa se encuentran entre el 10% y el 20% de los semestres más secos registrados en la historia. Este déficit hídrico ha colocado a la región entre las más afectadas del país, a diferencia de otras zonas como la región Pampeana y el NEA, donde las lluvias han sido más generosas, alcanzando valores normales o superiores.
El INTA destaca que, si bien en otras partes del país las lluvias de abril ayudaron a mitigar el impacto de la sequía, Formosa continúa experimentando condiciones extremadamente secas. Los expertos señalan que, aunque en algunas áreas del territorio nacional las precipitaciones trimestrales fueron adecuadas, Formosa sigue siendo una excepción preocupante, enfrentando una sequía que amenaza no solo la producción agropecuaria sino también la supervivencia de su fauna nativa.
Con el escenario actual, la provincia de Formosa necesita con urgencia estrategias de manejo y asistencia para enfrentar una sequía que, lejos de ser cosa del pasado, sigue golpeando con fuerza a esta región del norte argentino.
