Por Agroempresario.com

Cuando se trata de vino, abundan los mitos y reglas que los consumidores suelen seguir religiosamente. Sin embargo, ¿hasta qué punto los enólogos, los verdaderos expertos en esta bebida, respetan estas creencias? En conmemoración del Día del Enólogo en Argentina, cinco destacados profesionales del sector comparten su perspectiva sobre algunos de los preceptos más comunes que rodean al vino y su consumo.

Mito 1: Los enólogos no toman vino con soda o hielo

Una creencia que ha prevalecido durante años es que los enólogos nunca le añadirían soda o hielo a una copa de vino, como si fuera una herejía. Sin embargo, Ezequiel Ortego, enólogo de Trapiche Costa & Pampa, asegura que este es uno de los mitos más alejados de la realidad. “Tomamos vino con hielo, soda, e incluso con gaseosa, como el tinto de verano español. Todo depende del tipo de vino y de la ocasión, pero lo importante es disfrutarlo a gusto”, comenta Ortego.

Alejandro Pepa, de Bodega El Esteco, recuerda una anécdota similar: “Hace años confesé que en verano me encantaba un buen vaso de Torrontés con hielo y soda. Generó mucho debate en su momento, pero hoy se acepta mucho más”.

Jorge Cabeza, enólogo de Bodegas Salentein, también desmiente este mito, afirmando que si un vino está muy caliente, agregar un hielo es mejor que no disfrutarlo como corresponde. “No es por prejuicio, sino por preferencia personal. Prefiero un vino blanco o cerveza fría, pero no veo nada de malo en usar hielo”, expresa.

Mito 2: Los enólogos siempre analizan los vinos que consumen

Muchos creen que los enólogos no pueden desligarse de su rol profesional ni siquiera cuando están disfrutando de una copa de vino. No obstante, Cabeza opina que, si bien existe un análisis inicial por hábito, no significa que no puedan relajarse y disfrutar. “El primer sorbo lo analizamos, pero luego simplemente disfrutamos del momento”, asegura.

Gustavo Daroni, de Bodegas Callia, agrega: “Al abrir una botella, los primeros sorbos los pruebo como enólogo, pero luego me dedico a disfrutar. El vino es una compañía más entre amigos”.

Para Andrea Ferreyra, enóloga de La Celia, este mito tiene algo de verdad. Confiesa que, aunque intenta desconectarse, siempre hay un análisis sensorial al beber vino. "No puedo evitar ser quien soy”, admite.

Mito 3: Los enólogos son obsesivos al guardar sus vinos

¿Es cierto que los enólogos siguen al pie de la letra las reglas para almacenar vinos? Ezequiel Ortego reconoce que, en su caso, es un poco meticuloso, guardando sus botellas en un lugar fresco y oscuro, alejado de la luz y el calor. Sin embargo, aclara que la diferencia entre almacenar vinos acostados o parados no es tan determinante como se cree. “El verdadero enemigo del vino es la luz y la temperatura”, sostiene.

Leonardo Devia, enólogo de Chakana, coincide en la importancia de cuidar la temperatura, evitando guardar botellas en la cocina. “Soy muy ordenado con mis vinos porque los cuido y los quiero”, afirma. Por su parte, Daroni destaca que, gracias a los avances en los tapones, ya no es necesario seguir al pie de la letra la regla de mantener las botellas acostadas, aunque resalta la importancia de protegerlas de las altas temperaturas.

Mito 4: Los enólogos siempre siguen las reglas del maridaje

Finalmente, está la creencia de que los enólogos siguen estrictamente las reglas de maridaje, como la tradicional combinación de vino tinto con carnes rojas y vino blanco con pescados. No obstante, Andrea Ferreyra asegura que disfruta experimentando con combinaciones inusuales: “Un vino con alta acidez puede crear experiencias sorprendentes cuando se combina con proteínas, algo mucho más interesante que las reglas clásicas”, comenta.

Para Ortego, no hay nada más placentero que disfrutar de un espumante con achuras, rompiendo las reglas tradicionales. “El Brut Rosé es perfecto para acompañar platos grasos, ya que limpia el paladar de forma increíble”, dice.

En definitiva, estos enólogos coinciden en que el disfrute del vino no debe regirse por normas estrictas, sino por el placer personal. “El vino es para disfrutarlo sin prejuicios”, concluye Pepa, de El Esteco.

Como estos expertos lo demuestran, muchas de las reglas que rodean el consumo del vino están basadas en mitos que pueden ser dejados de lado. La clave es disfrutar el vino como más nos guste, ya sea con soda, hielo o maridajes inesperados.