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Por Agroempresario.com
En el apacible pueblo de Cazón, en el partido de Saladillo, se encuentra un ejemplo de emprendimiento rural que ha florecido en medio de desafíos. Pasturas de Cazón, el tambo a pequeña escala fundado por Mariel Tossi de Prato, ha logrado crear un modelo sostenible y exitoso de producción láctea, centrado en el bienestar animal y la calidad del producto. La historia de este emprendimiento, publicada recientemente en La Nación, revela cómo la pasión y la perseverancia transformaron un terreno lleno de eucaliptos en un próspero tambo agroecológico.
En una entrevista con La Nación, Tossi de Prato describe cómo, junto a su familia, decidió invertir sus ahorros en el tambo, abandonando su hogar en Lomas del Mirador para dedicarse a la chacra los fines de semana. "Era aventurarnos a la experiencia de vivir en comunión con la naturaleza. Estábamos alejados de todo confort, sin luz, agua caliente, ni camas confortables," relata Tossi. La fundadora recuerda los primeros meses como una experiencia de vida primitiva, en la que construyeron su casa y empezaron con una sola vaca Jersey llamada Coca.
Pasturas de Cazón se ha convertido en un modelo a seguir en la producción de lácteos de alta calidad. El tambo, que abarca 28 hectáreas y cuenta con una docena de vacas, se basa en un sistema agroecológico que promueve el bienestar animal. La dieta de las vacas, compuesta por pasturas consociadas, es clave para su salud y longevidad. Según Tossi, "Cuidamos a nuestras vacas y nos preocupa su bienestar. Les brindamos una dieta completa a base de pasturas que le ofrecen todo el alimento que necesitan para una vida saludable y más extensa".
La producción de Pasturas de Cazón incluye una gama de productos naturales como crema de leche, leche, dulce de leche, mermeladas y yogur, todos elaborados sin conservantes ni aditivos. La planta de procesamiento, categorizada como Kilómetro Cero, está diseñada para minimizar el transporte y mantener la frescura del producto. "Nuestra leche no viaja. Sólo es transportada seis metros por cañerías desde el tambo a la planta elaboradora," explica Tossi.
Para quienes deseen conocer más sobre el modelo de producción y la vida en el campo, Cazón ofrece también atractivos turísticos. El Vivero Municipal Eduardo L. Holmberg, uno de los más importantes del país, abre sus puertas al público desde las siete hasta la puesta del sol, mientras que Modo Domo Cazón y el Hotel Bellesi en Saladillo brindan opciones de alojamiento. Además, la cervecería Lindenberg en Saladillo, premiada a nivel internacional, ofrece una experiencia gastronómica con cervezas artesanales y platos de inspiración alemana.
La historia de Pasturas de Cazón es un testimonio inspirador de cómo el compromiso con la calidad y el bienestar puede transformar no solo un negocio, sino también una comunidad.
